TRUCOS PARA NO ABANDONAR TUS OBJETIVOS
Todos nos marcamos objetivos consciente o inconscientemente, pero, ¿realmente alcanzamos lo que nos proponemos? Si no es así, ¿por qué pasa esto? Para resolver estas dudas hoy te enseñaremos unos trucos para no abandonar tus objetivos por el camino.
¿CÓMO NO ABANDONAR TUS OBJETIVOS?
En primer lugar, es muy importante plantearse una serie de preguntas clave para alcanzar cualquier meta u objetivo que nos propongamos, estas son:
– ¿Para qué estoy haciendo esto? – ¿Por qué estoy haciendo esto?
Puede que te preguntes cómo dos cuestiones van a hacer que alcancemos los objetivos propuestos, aunque es cierto que hay más factores que entran en juego en la consecución de metas, plantearte estas preguntas en un principio va a ser el motor que te haga moverte para alcanzar lo que te propongas.
Aprovecho la ocasión para contarte una historia. Imagina que encuentras en la calle un tablón largo de madera y te pido que lo cruces de un lado a otro, si lo haces puedes llevarte 50 euros, ¿lo harías?, estoy seguro que sí. Ahora pongo ese mismo tablón entre dos edificios y te pido que lo cruces sin ningún tipo de protección adicional, si lo haces puedes llevarte 100 euros, incluso 500 euros, ¿lo harías?, estoy seguro que no. En cambio, te digo que una persona muy importante en tu vida se encuentra en el otro edificio, el cual se va a derrumbar en pocos minutos, ¿cruzarías por el tablón para salvar su vida?
Refiriéndonos a esta historia podemos ver la importancia que tiene preguntarnos un para qué, ese va ser el motor que te haga llegar a los objetivos que te propongas en tu vida.
Si te encuentras en una situación con varias posibilidades y no sabes cual elegir con claridad hazte estas preguntas para encontrar tu propia salida:
“¿por qué haces lo que haces?” y “¿para qué lo estás haciendo?”
¿QUÉ HACER PARA NO ABANDONAR TUS OBJETIVOS?
Otra manera de no desistir de nuestros objetivos es proponiendo resultados más simples, es decir, fragmentando el objetivo grande en pequeños logros diarios. Así conseguirás cada poco tiempo tener un aliciente que te anime a seguir adelante con todo, de esta forma es muy gratificante observar el camino que has recorrido, cumpliendo tus pequeñas propuestas. Un ejemplo de ello puede ser:
Si tu objetivo es andar 10.000 pasos cada día, es posible que algún día sólo puedas hacer 5.000 sin importar el por qué. ¿De qué serviría frustrarse por no haber cumplido? Alégrate, has hecho 5.000 pasos en vez de no hacer nada más que estar sentado/a en el sofá ¡Eso ya es algo para celebrar!
Además, cada vez que hagas algo que te lleve a cumplir tu objetivo, ¡puedes celebrarlo dedicando tiempo para ti haciendo tus actividades favoritas!
Celebrar el progreso es clave, porque de esta manera, el cerebro asocia placer a la actividad y hará que todo te sea más llevadero y confortable.
No te pido que me creas, pruébalo.
AUTOR: MIGUEL RAMOS (@miguelraamosss)